lunes, 11 de agosto de 2014

Hipocresía contumaz

Lejos de maniqueísmo, en el Partido Popular y en otras organizaciones políticas cunde y son muy dados en tratar de empatizar con la ciudadanía que está pasando un mal trago por la situación económica. No me refiero sólo al demagogo de Mariano Rajoy y la ahora recuperada portada del diario El Mundo, fotografiado éste junto a una larga cola de parados ante una oficina del antiguo INEM cuando era líder de la oposición a comienzos de 2010. Sino que en la actualidad los populares sobretodo buscan la identificación con el votante que se encuentra en grave situación de exclusión, sea por estar en desempleo o por trabajar y aún así el parado cuenta o posee serias dificultades para llegar a final de mes. Como enfatizaba al ser interpelada la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso de los Diputados, o el caso ya muy habitual entre los contertulios del PP en espacios televisivos y radiofónicos al autoretratarse así mismos en el papel de víctima de la crisis. La estrategia es clara y obvia al hacer ver que ellos, gobierno y el partido que lo sustenta son uno más en la vorágine de miseria arraigada y asfixia económica, y que entonces la crisis también la soportamos todos por igual. Por tanto el PP padece y sufre como el que más, y las políticas y reformas que implementan desde la gobernanza no son fruto del agrado o gusto de nadie. Tampoco es una deriva masoquista en un viaje a ninguna parte y carente de humanidad y realismo. La inanición absoluta por cifras de empleo y cotización a la seguridad social, índices de pobreza junto a comedores sociales, bancos de alimentos, desnutrición infantil y gente comiendo de aquello que encuentra en contedores de basura, pasando por desahucios en viviendas y la emigración minimizada por la ministra Fátima Báñez y calificada como movilidad exterior de jóvenes. No es a consecuencia de la desidia, el desafecto e insensibilidad gubernamental. Todo lo contrario, la empatía es el sarcasmo socarrón del que hacen gala en la atalaya ejecutiva y legislativa, en la pirámide institucional del Congreso, Senado y cámaras autonómicas. Como demuestran con comentarios acerca del estigma en los niños por acudir a comedores escolares fuera del horario lectivo o con la ausencia de mesura en sueldos astronómicos, pensiones vitalicias y gastos en dietas, y hasta en tablets de última generación o con Wi-Fi gratis en las residencias de sus señorías populares.

En el PP se regocijan con el infortunio y penalidad ajenas de parias y desarraigados con total banalidad. Sea con un exabrupto como el lanzado por la diputada Fabra y su que se jodan, refiriéndose ésta a los parados que dejaban de percibir ayudas y subsidios, o el hecho del diputado Rafael Hernando y el portavoz Alfonso Alonso los cuales con inquina y sorna se dirigieron a quienes desean averiguar el paradero de sus fallecidos tras el golpe rebelde de los fascista en 1936. Y es que no hay que olvidar a un PP heredero de la Alianza Popular fundada por un ministro franquista Manuel Fraga, y que contó además con el inestimable apoyo del que fuera presidente de gobierno franquista y juancarlista Arias Navarro, alias El carnicerito de Málaga, por su papel como fiscal de los sublevados y responsable de miles de fusilamientos en la provincia malagueña durante la guerra y posguerra.


Que un alto dirigente del PP o PSOE tenga un familiar en paro o que ha emigrado al extranjero es lo anecdótico, notorio, novedoso y no cotidiano. Pero aquello cada vez más común y que aparece con mayor frecuencia en las estadísticas reflejo de la sociedad en que vivimos es que la unidad familiar carezca de rentas por hallarse todos en paro, o que la base y sostén en el hogar se reduzca a los ingresos de un solo miembro, sea hombre o mujer; con un trabajo temporal y escasamente remunerado, o una insuficiente pensión de jubilación y sin revalorizar con la cual el abuelo o/y la abuela estira para que llegue dinero también a su hijo/a y nieto/a ambos en el paro, o además de la familia que vive de la única entrada en efectivo de una prestación por desempleo de unos apenas 400 euros mensuales. De aquí la carencia e incapacidad del PP en ponerse en el lugar del otro al no albergar tales dramas en sus vidas y entornos cercanos. Pero desgraciadamente también ocurre en el PSOE. Al ver por los ERE`s y los cursos de formación en Andalucía. Luego son PP y PSOE quienes tienen los enchufes para la progenie, descendencia y afines como ilustra parte del Tribunal de Cuentas en lo relativo a los parentesco, las estirpes en el cuerpo diplomático de Embajadas y Consulados, la cúpula y altos mandos de cuerpos de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas(la dinastía lo podemos comprobar en el mando supremo del Ejercito en el sucesor a la Corona), o el choteo que hay en un Poder judicial heredero del franquismo muestra impune en 75 años de silencio cómplice. Los cuales, todos ellos denotan para con sus congéneres primacía y exclusivo apego laboral y desapego por las demás clases; bajas y medias, en la búsqueda de ocupación y emanciparse.

El análisis que realiza el PP de lo que acontece es el de aguantar (Bárcenas, Matas, Fabra, Brugal, Gürtel, Pokémon, Nóos, etc) como sea gracias a la mayoría parlamentaría de la que dispone. Y así por arte de birlibirloque se disipan y acallan las protestas con una ley mordaza que criminalice cualquier conato de protesta, revuelta o disidencia del oprimido y obediente pueblo español. Anhelan que se volatilicen las paradas y parados similar a épocas pasadas. Que vuelvan a emigrar los de siempre y así lograr presentar tasas de 2 ó 3 millones de emigrantes como en las décadas de los años 50 y 60 del siglo XX. Porque ya sobramos muchos no cabemos en la piel de toro, hemos vivido bastante y muy por encima de nuestras posibilidades. Así les dejamos sitio a los peperos para que puedan continuar colocando a suyos y propios en la administración pública como funcionarios a modo y semejanza hacían mientras anduvo El Chaparrito del Pardo tiranizando el país. O saqueando el Estado a través de las privatizaciones, externalizaciones o nacionalizaciones para bancos y empresas de amiguetes, que después financian campañas electorales y nos esperan el día de mañana tras la puerta giratoria.

Hoy resulta que al gobierno le interesa perseguir el contrabando de Tabaco a través de Gibraltar (como todos los años las noticias e informativos se asemejan a un cine de verano que emite la película Atrapado en el tiempo y es el día de la marmota), será que le ha dado al PP un ataque repentino de ardor patriotero o angustia por la salud de fumadores. Aunque en lugar de preocuparse del tabaquismo haría mejor por la sanidad al no cerrar hospitales, plantas o camas hospitalarias. Deberían perseguir la fuga de capitales y el desfalco en el pago de impuestos que realizan los bancos usureros españoles y compañías del Ibex-35 que operan en el paraíso fiscal británico, y con ello las arcas del Estado ingresarían más y existirían mayores recursos para la prestación de servicios públicos. Sin necesidad en el PP de recurrir al engaño y la mentira, y suplantar ningún rol o identidad en las tertulias o ruedas de prensa caracterizándose por y con la indignación social. Sin ser coherentes con lo que se predica en los debates mediáticos o del hemiciclo y aquello que se ejemplifica con las leyes y normas de la austeridad y los recortes que practican. Las cuales subyuguen, estrangulan y dominan a las personas que dicen representar y compadecerse.

El cínico de Rajoy.
El Presidente insiste en el parlamento y ante la opinión pública(cuando se deja ver) que el Estado español no está intervenido por la Troika europea, y por tanto las medidas y actuaciones respecto a la política fiscal del gobierno son decisiones que adopta a motu proprio. No vienen dadas tales políticas o autorizadas por parte de ningún ente u organismo supranacional o internacional, véase BCE, Eurogrupo, Comisión Europea o FMI. Por tanto Mariano Rajoy y su gabinete de ministros y ministras, secretarios de estados, asesores y técnicos en materia de Economía y Hacienda Pública son los responsables de la anunciada e ingeniosa bajada de impuestos directos como I.R.P.F e Impuesto sobre Sociedades. De cara a eliminar de un plumazo la progresividad constitucional(art. 31.1) en los gravámenes impositivos. Adiós a quien más tiene sea el que más pague. Pero además nos advierte Rajoy de aquél que ose criticar o cuestionar tales reformas fiscales y tributarias, porque será un catastrofista, antipatriota, radical antisistema y euroescéptico como poco. Aquél que no reconozca la recuperación económica que se gesta en función de posibles supuestos y futuribles índices de crecimiento para 2014 y 2015, un incremento del P.I.B. al trastocar la formulación e incluir en la configuración criterios de dudosa moralidad como el narcotráfico, la prostitución, y el tráfico de armas, y además de hacer un brindis al sol por la bajada en 1% del desempleo sobre una tasa del 25%, será poco menos que pájaro de mal agüero y agorero al no reconocer la bondades y virtudes de las reformas implementadas por el Partido Popular. Por negar la evidencia empírica de las cifras que aportan y soportan nuestros gobernantes y hacen garbo de ellas en ágapes ante la prensa y foros empresariales. Los cuales han cambiado el panorama económico y trastocado el negro porvenir al que nos llevó el malogrado ZP. El actual gobierno del PP trae bajo el brazo el camelo de una nueva reforma fiscal la cual supondrá un ahorro estimado de 8.000 millones de euros para el conjunto de españolitos, y que por tanto el Estado dejará de ingresar dicha cantidad. Pero no dice que la rebaja de impuestos en parte lo descontará del dinero que el Estado destina a financiación de Comunidades Autónomas. Las cuales dejan de percibir en su totalidad una cuantía nada despreciable. Y es sobre las CC.AA. donde recae además la competencia de financiar servicios públicos tan esenciales como Sanidad, Educación y prestaciones sociales, y tendrán que decidir las CC.AA. la papeleta y el marrón al aplicar nuevos y más recortes en los presupuestos autonómicos para 2015. Severamente deficitarios en unos ya ocho años desde el inicio de la crisis en 2007.

¿Por qué es malo que bajen los impuestos?. Si quien cuenta con un alto poder adquisitivo le bajan los impuestos éste contribuirá aún menos con el sostenimiento de lo que queda del Estado del bienestar, y tendrá mucho más dinero para sí mismo. El acaudalado no se verá afectado por los recortes sociales. Es probable que el ricachón cuente además con un buen y excelso seguro sanitario privado y que por tanto le de igual la mejora o calidad de la Sanidad publica, puede que además también lleve a sus hijos a un exclusivo y elitista colegio privado concertado. Por tanto más de lo mismo le repampinfla que haya más o menos maestros en la educación pública o exista o no becas o abandono escolar en las escuelas. Pero quien es rico puede contribuir con más aporte de capital en el sostenimiento de las instituciones públicas, ya que además otros servicios públicos como carreteras o aeropuertos son de exclusividad prácticamente pública, y ellos también hacen uso y se benefician de tales servicios y contraprestaciones. Lo que pasa es que hospitales y colegios nos faltan y autopistas de peaje  y aeropuertos nos sobran, y no nos podemos desprender de ellos, en todo caso se renacionalizan o vuelven a conceder créditos de dinero público sino funcionan o no marchan correctamente. Porque para ellos hay fondos y liquidez al igual que para las antiguas cajas de ahorro. Por otra parte a la clase media también le rebajan en el pago del I.R.P.F., pero sí es a costa de tijeretazos en lo público no le compensará nunca. Por ejemplo, el trabajador que matriculaba antes al hijo en el instituto público del barrio y ahora puede que le cierren el instituto y tenga que trasladar al niño a otro centro de enseñanza a varios kilómetros de distancia de la residencia, o puede ocurrir que el mismo trabajador se ponga enfermo y tenga que ser hospitalizado, y en lugar de estar ingresado junto a otro paciente en una habitación ahora esté en un pasillo al lado de varios enfermos y alguna rata. Pues entonces tú me dirás en que sale ganado el obrero con la susodicha reducción de impuestos e ingresos para el Estado.


El Ministro Cristóbal Montoro nos vende la moto que una bajada en el tipo impositivo sobre Sociedades reactivará el paupérrimo tejido productivo nacional. Atraerá a empresas a que inviertan en el país. Pero las compañías a la hora de invertir en tal o cual territorio también estudian las condiciones no laborales de los empleados que contraten. Parece lógico creer y pensar que en cuanto las trabajadoras y trabajadores de un centro o fábrica poseen unos aceptables servicios públicos propiciados por el Estado estas prestaciones no tengan que ser asumidos por la empresa vía salarios. O que por el contrario los obreros se vean en un futuro avocados a mayores reivindicaciones laborales en la consecución de subidas salariales en pos a adquirir mayores derechos salariales y en lograr dichos servicios esenciales. Es decir a un empresario le saldrá más caro, es menos rentable un empleado al cual con el salario que posee pueda hacer frente no solo a gastos de manutención como alimentación y ropa, y ocio, sino que además el sueldo debe dar también para Vivienda, Pensión, Sanidad y Educación de pago tanto para el currante como para su familia. Y de aquí en mala gana radica la falta de competitividad por parte de la economía norteamericana respecto de otras economías emergentes(BRICS), o la propia Alemania y países escandinavos que gozan aún de un verdadero Estado del bienestar, y no renuncian ni reniegan de la procura existencial del Estado. El empresario en Estados Unidos debe pagar al obrero norteamericano un jornal que además sufrague la futura jubilación, asistencia médica y sanitaria privada en todos los miembros del hogar y también debe cubrir la matrícula de los hijos en las costosas universidades privadas norteamericanas, entre otras cosas. El PP quiere reproducir un sistema capitalista en el Estado español que ha petado por la deuda a terceros en norteamérica, y más que agotado por ineficiencia, ineficacia e inoperatividad para resolver los problemas que genera el programa redistributivo de la renta y la riqueza. En definitiva se intenta ser más papista que el Papa en sentido capitalista. A la hora de arrastrar y lastrar la economía nacional por dirección en la devaluación de la condiciones materiales del trabajador.


El Ministro Luis de Guindos sabe muy bien que sí la economía avanza o crece en algo actualmente(aunque lo dudo) es en buena medida por la estacionalidad y potencial de la gran industria del Turismo de sol y playa presente en el país. Unido coyuntura política  a consecuencia de la conflictividad e inseguridad en países como Túnez, Egipto o Turquía, se suma una creciente deflación en los precios al consumo lo cual hace al Estado español atractivo competitivamente como destino turístico preferente. Una competitividad sobre la reducción de precios y derechos laborales con respecto a pueblos del Magreb, el rival competidor. Los turistas que llegan al Estado español se alojan en hoteles a pensión completa, vienen en vuelos low cost para el botellón y la borrachera fácil, el sexo barato y buscan chutes a mogollón de quetamina o speed. Es el Turismo que más se está extendiendo y en continúa expansión cada verano. Lo vemos en televisión hoy día en Magaluf pero ocurre desde hace años en Salou, Benidorm y en la Costa del Sol. Y además vamos camino de una nueva versión zombie caníbal de la ruta del Bakalao de los años 90, parece que de aquellos polvos ahora estos lodos en lo turístico pero también en lo urbano y medioambiental. Hay un litoral megaurbanizado con disparates ecológicos como el hotel en El Algarrobico, Almería. Una costa enladrillada y asfixiante en la vertiente mediterránea con playas cada vez más sucias y degradadas por lo vertidos de aguas fecales y residuales de grandes ciudades y barcos que transitan por la costa, y con un sol cada año más cancerígeno por el cambio climático y por la destrucción de la capa de ozono, sea a consecuencia por gases de efecto invernadero, CFC o flatulencias vacunas. Todo es contabilizable o computable a algo desde una mejora económica de corte internacional hasta un achacable falta en el sentido común de un alejado mandatario y un estamento político relativizado en un poder ficticio. Y así acaba introduciéndose en el P.I.B. los beneficios de puticlubs y prostíbulos en la frontera de Cataluña con Francia, y las ganancias de proxenetas y chulos, meretrices y chaperos en los polígonos industriales. Al fin y al cabo es la salida empresarial que le queda a los parques empresariales y también es lo que encuentra el turista de la marca España. Puestos a ser cínicos.


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