La medida adoptada por el gobierno respecto al
acercamiento de Juana de Chaos constituye un hito, ante el clamor de
parte de la sociedad del estado español representada en el parlamento,
que solicitaba actitudes y actuaciones humanitarias para la resolución
del conflicto vasco (IU, entre otros). Quedando en contraposición a la
tesis de la vía única y exclusiva, a través de medidas con carácter
policial y militar, defendida por el PP y sus acólitos (AVT y Foro de
Ermua).
Ciertas cadenas de televisión muestran su
sorpresa ante la presencia de la bandera preconstitucional en las
diversas movilizaciones y concentraciones, que no manifestaciones,
convocadas por quienes se oponen a la política estatal del gobierno
entorno al proceso de resolución del conflicto. A pesar de estar muy
presente, el aguilucho, en los campos de futbol y en muchos balcones
tras las victorias electorales del PP, sobre todo en la de la mayoría
absoluta en la cámara legislativa.
Llama la atención que sea ahora, cuando se
escandaliza y vincula al PP con la extrema derecha, y no antes. A pesar
que los populares aun no “condenan” el golpe de estado de 1936, contra
la legítima y legal II Republica. Más si cabe, después que el PSOE perdiese una
enorme oportunidad, expresándose en la escasa voluntad de recuperar la
Memoria Histórica con una pobre y penosa Ley.
La enfermedad que padece el PP, al sacar una
vez más sus banderas de guerra, con el pollo al frente. Evidencian que
la transición; de la España de Franco a otro modelo de Estado, aún no ha
logrado culminarse.
Este camino dura ya demasiado tiempo, me
refiero al eterno transito que padecemos los nietos y herederos de
quienes sufrieron el terrorismo, la represión, cárcel y muerte por parte
del anterior régimen.
Además, teniendo muy presente que la
–transición- parte tras la muerte del fascista en la cama, y con todo a
atado y bien atado. Y no por una revolución (como si ocurrió con la de
los Claveles en Portugal). El Franquismo y quienes lo sustentaron se
recicló, y nunca se extinguió.
Y es que los del aguilucho, presos del odio,
son quienes monopolizan el significado de los conceptos; Terror,
Victima, etc. Así como disponen: lo que es condenable o no, lo que es
violencia o no.
El PSOE podía haber ahorrado toda esta larga
agonía a la sociedad, si hubiese apostado desde un primer momento por la
PAZ, y no me refiero sólo a Rodríguez Zapatero, sino también al ex
presidente Felipe González (pinza de la derecha), él cual ante la huelga
de hambre de un preso del Grapo no supo estar a la altura de las
circunstancias, dejándolo morir, y dando muestra de su catadura moral y humana.
Espero que este proceso continúe y siga dando
evidentes muestras de resolución; como el acercamiento de pres@s, y
acciones que logran vacunar y curar a enfermos de gripe aviar,
contagiados por convivir con tanto pollo y tanta gaviota.